¿Cómo cuidar la piel diabética?
Controlar los niveles de glucosa en sangre constituye un factor primordial para las personas con diabetes; no obstante, también es importante seguir cuidadosamente una rutina de cuidados para la piel diabética que ayude a evitar los numerosos efectos secundarios que esta afección crónica puede tener en la piel. Los cuidados de la piel diabética comienzan en la ducha o la bañera, ya que es mejor mantener el agua templada y evitar las temperaturas demasiado elevadas. Después, es preferible secarse presionando suavemente (en vez de frotar) y prestar especial atención a las partes del cuerpo donde pueda quedar retenida la humedad, como debajo de los brazos y del pecho, la zona de la entrepierna y entre los dedos de los pies. También se trata del momento idóneo para comprobar la presencia de posibles complicaciones, como áreas particularmente secas, irritadas o con llagas. Además, es importante nutrir inmediatamente después del baño o la ducha6; en este sentido, existen diferentes lociones y cremas hidratantes para la piel diabética específicas.
Los cuidados para la piel diabética abarcan unos pocos productos, y es mejor limitar cuántos se usan para evitar posibles irritaciones cutáneas. Existen diversas opciones especialmente formuladas para controlar la sequedad cutánea, una complicación asociada a esta afección. Un limpiador corporal suave e hidratante en combinación con una crema humectante para la piel diabética son los productos básicos7; además, un tratamiento específico para las manos y los pies puede contribuir a mantener la comodidad de la piel diabética deshidratada. Si no sabes con exactitud qué productos debes usar, acude a un médico o dermatólogo para conocer sus recomendaciones.
También es importante tener a mano un tratamiento antirritación para calmar el picor. Se trata de un producto crucial para el cuidado de la piel diabética, ya que un corte o una abrasión causados por haberse rascado pueden dejar la piel vulnerable frente a las infecciones7.
La piel diabética siempre debe estar hidratada
Aparte de usar una crema corporal para la piel diabética después del baño o la ducha, es conveniente aplicarla con frecuencia a lo largo del día para mantener la hidratación. Las manos son especialmente propensas a la sequedad, así que presta especial atención a nutrirlas con frecuencia, sobre todo después de limpiarlas. Deja un tubo o un bote de producto en el lavabo para no olvidarte de usarlo.
Los pies también son importantes
La diabetes puede ocasionar daños nerviosos y entumecimiento en los pies, así que es imprescindible observarlos a diario para encontrar cualquier corte o ampolla del que no te hayas percatado. Hasta las lesiones más pequeñas pueden ser propensas a infectarse porque la circulación sanguínea insuficiente afecta a la cicatrización8. Una crema especial para la piel diabética de los pies ayuda a mantener hidratada esta zona con tendencia a sufrir complicaciones. Sin embargo, evita aplicarla entre los dedos, ya que se trata de una parte donde aparecen habitualmente infecciones fúngicas5.