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Rostro apagado: posibles motivos

Devolver la luz al rostro es posible; pero, para conseguirlo, es indispensable en primer lugar identificar qué podría estar dándole esa apariencia opaca y sin vida a la piel, con el objetivo de encontrar la solución adecuada al problema de falta de luminosidad.

El motivo podría ser alguno de los siguientes:


  • Deshidratación. Existe una relación directa entre beber agua suficiente y tener la piel sana. Si no estás ingiriendo la cantidad de agua que tu organismo necesita, es probable que esto afecte la salud y apariencia de tu piel.
  • Fumar. El tabaco perjudica la producción de colágeno y degrada las fibras elásticas y el tejido conectivo de la piel. También potencia la acción de los radicales libres, acelerando el proceso de envejecimiento y contribuyendo a que la piel tenga un aspecto mustio y apagado.
  • Acumulación de células muertas. En su proceso normal de regeneración, la piel se desprende de las células muertas para dejar paso a las nuevas. Si aquellas se acumulan en la superficie de la piel, pueden hacer que la piel luzca seca, apagada, se descame y aparezcan manchas.
  • No usar crema hidratante. Escatimar en la aplicación de una buena crema hidratante, especialmente si tu piel es seca, se refleja en la salud y apariencia de tu piel. La sequedad la vuelve opaca, y es más propensa a la aparición de manchas y arrugas prematuras.
  • El envejecimiento. Con los años, la piel se vuelve naturalmente más frágil, pues el proceso de renovación celular se ralentiza. Disminuye la producción de colágeno y elastina, y la capa de piel se hace más delgada y no retiene bien la humedad.

¿Cómo recuperar el brillo?


Una vez identificado el motivo (o los motivos) que pueden desencadenar un rostro apagado y cansado, llega el momento de tomar las medidas necesarias para ponerle remedio a dicho problema.

Si el problema de opacidad de tu piel se debe a la deshidratación por no consumir suficientes líquidos, procura beber tanta agua como requiera tu organismo. El beneficio será por partida doble: cuidas tu salud y tu piel recibirá la hidratación y nutrientes que necesita. Los expertos recomiendan tomar unos ocho vasos al día.

Fumar contribuye a apagar la luz de tu piel y lo hace desde dentro, pero también desde fuera, así que presta especial atención a la limpieza de tu piel. Cuando fumas, el humo, nicotina y partículas de tabaco se depositan sobre la superficie de la piel, la ensucian y la manchan. De paso, obstruye los poros y puede causar irritaciones, por lo que mantener la cara tan limpia como sea posible, es fundamental.

Del mismo modo, es importante también llevar una rutina de cuidado facial completa y habitual para eliminar el exceso de células muertas, hidratar a fondo la piel e intentar retrasar los signos del envejecimiento utilizando productos específicos para tal fin.

Soluciones para iluminar una cara apagada


Tanto si buscas deshacerte de ese look de rostro cansado y apagado, como si deseas prevenirlo y mantener tu cara a punto, puedes lograrlo siguiendo estos consejos:

  • Cuando laves tu cara, evita usar jabones comunes. Retira el maquillaje y restos de protector solar con la ayuda de un producto desmaquillante, de consistencia oleosa. Hazlo con suavidad, sin restregar ni presionar demasiado.
  • Después de desmaquillarte, limpia profundamente con un producto que respete el PH de tu piel. Mejor uno de fórmula hidratante y que contenga ingredientes emolientes (como aceite de coco o almendras) para ayudar a mantener la humedad en la piel. Los limpiadores hidratantes pueden darle ese extra de hidratación a tu piel después del desmaquillado.
  • Aclara utilizando solo agua tibia o templada. El agua caliente disuelve los aceites naturales de la piel, ocasionando que se reseque y cuartee, por lo que no es recomendable en absoluto.
  • Haz que la exfoliación forme parte de tu rutina de cuidados. Esto es fundamental para conseguir una piel brillante. Al exfoliar, retiras las células muertas que se acumulan en las capas externas de la piel y obstruyen los poros. También ayuda a suavizar y pulir la piel, minimiza líneas de expresión y unifica pigmentación y textura.
  • Seca el agua de tu rostro correctamente. Emplea una toalla limpia y muévela sobre tu cara dando pequeños toquecitos. Esta es la técnica llamada Pat Dry, reconocida por tratar la piel con gentileza. Es la más recomendada para pieles sensibles, maduras y con problemas de sequedad.
  • Finalmente, alimentarse bien, incluir vitaminas en tu dieta y aprovechar los avances que ofrece la ciencia cosmética, también contribuye a que tu rostro permanezca hidratado, terso y luminoso.

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