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Llevar una limpieza facial en casa es fundamental para que tu rostro tenga siempre un aspecto joven y luminoso. Muchas mujeres no prestan atención a limpiar la cara, un hábito que debería ser obligatorio para todas, ya que es la mejor manera de eliminar las impurezas que se van acumulando en nuestro rostro. Y es que la contaminación, el polvo, el sudor, el maquillaje o el exceso de grasa se van acumulando en nuestros poros hasta obstruirlos. Esto causa la aparición de puntos negros y granitos, y con ello la piel pierde su brillo y se apaga.

Una correcta higiene facial no solo nos va a ayudar a prevenir esto, sino que además va favorecer la regeneración celular, ya que tu piel podrá respirar mejor y como consecuencia mejorará el proceso de regeneración.

Dependiendo de tu tipo de piel, deberás usar una serie de productos u otros. Lo importante es que conozcas si tu piel es grasa, mixta o seca, y te hagas con aquellos geles, tónicos y cremas hidratantes que beneficien a tu cutis lo máximo posible. Una vez identificado esto, te contamos cómo seguir una rutina de limpieza facial profunda que te ayudará a sacar lo mejor de tu piel.

Cómo hacer una limpieza facial profunda


La limpieza facial en casa debería realizarse al menos dos veces al mes si quieres mantener la higiene al máximo. Un cutis limpio es indispensable porque ayuda a que la piel respire y favorece su regeneración. Es por ello que resulta tan importante hacer una limpieza un poco más profunda con cierta regularidad. De esta forma te asegurarás de que, además de limpia, tu piel podrá estar sana.

Para realizar la limpieza facial en casa debes seguir estos pasos

1. El limpiador facial:


El primer paso siempre para limpiar la cara debe ser lavar tu rostro con un jabón específico para el rostro. Elige un gel espumoso que limpie en profundidad pero que proteja todas las capas de tu piel para mantenerla sana a la vez que limpia. Recuerda que es importante elegir un jabón adecuado a tu tipo de piel para evitar imperfecciones.

2. Exfolia tu piel:


Para limpiar la cara en profundidad es necesario exfoliarla una o dos veces por semana. Con esto conseguirás eliminar las impurezas que están más adheridas a los poros y que generan granos o puntos negros. Aplica un exfoliante facial sobre la piel húmeda y masajea, presionando ligeramente, en forma de círculos por todo el rostro. Haz especial hincapié en aquellas zonas más propensas a las impurezas como son la barbilla, los pómulos o la nariz. Después retira el producto suavemente.

3. Abre tus poros:


Una vez limpio el rostro, debes ayudar a tus poros a dilatarse para poder limpiarlos con mayor facilidad. Este paso es el más importante, ya que si tus poros no están abiertos, la extracción de las imperfecciones será más costosa y dejarás marcas rojas por toda tu cara. Hierve agua en una olla y apaga el fuego una vez haya alcanzado el punto de ebullición. Acerca la cara a unos 30 centímetros y cubre tu cabeza con una toalla para evitar que se escape el vapor. Deja que el calor active tu circulación y abra tus poros. Basta con 10 minutos para que todo esto ocurra y ya estás lista para comenzar la limpieza a fondo.

4. Extrae las imperfecciones:


Con las manos limpias, presiona sobre los puntos negros o granitos que quieras eliminar del rostro. Asegúrate de usar siempre la yema de los dedos, ya que si lo haces con las uñas te harás heridas en el rostro o, como mínimo, te dejarás alguna marca. Hazlo siempre con ayuda de gasas antisépticas que te permitan retirar las impurezas de manera más higiénica.

5. Aplica tónico:


El siguiente paso de tu limpieza facial en casa es aplicar un tónico que ayude a eliminar las imperfecciones que no hayas podido retirar con los dedos. Además, te ayudará a cerrar los poros y dejará en tu piel una textura aterciopelada y tonificada que te resultará muy gratificante.

6. Hidrata:


Es el último paso de cualquier limpieza de cutis y no debes olvidarlo jamás. Tu piel agradecerá hidratación para calmarse después de todos los pasos que has seguido anteriormente. Para ello usa una crema hidratante adecuada para tu rostro y, si quieres ir un poco más allá, aplica una mascarilla calmante de aloe vera y termina con tu crema hidratante habitual.

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