Comedogénico proviene del término comedones. Los comedones son los granos sebáceos que aparecen en la piel del rostro cuando se produce la obstrucción de los conductos de las glándulas sebáceas. En este artículo te explicamos qué es la comedogenicidad y qué son los productos no comedogénicos, así como la ventaja de utilizarlos.
¿Qué es comedogénico?
Antes de hablar de los productos no comedogénicos es importante definir a la comedogenicidad. Se trata de un componente que indica las posibilidades de desarrollar comedones (espinillas, puntos negros, impurezas) en la piel, cuando se utilizan ciertos productos. La comedogenicidad o el término comedogénico se aplica a los productos que, por sus propiedades, obstruyen los poros y, en consecuencia, hay posibilidad de que aparezcan impurezas en la piel.
Este tipo de productos no afectan por igual a todas las pieles. Las pieles más grasas y mixtas, así como las personas que atraviesan etapas de pubertad y adolescencia, son más propensas a verse afectadas por estos ingredientes. ¿Son malos los productos comedogénicos? En realidad no lo son, pues las propiedades de comedogenicidad del producto se “desactivan” cuando los ingredientes entran en contacto con el agua, ya que los diluye.
¿Qué productos producen imperfecciones?
En el mundo de la cosmética es posible encontrarse con infinidad de productos que tienen efectos comedogénicos: obstruyen los poros, estimulan la producción de sebo y generan la aparición de puntos negros. Aquí podemos encontrar, por ejemplo, algunos aceites de origen mineral o sintético (parafinas, siliconas, vaselina, etcétera). Hay otros productos de origen natural que, si no se diluyen en agua de forma adecuada, pueden producir la obstrucción de los poros, como: cera de abejas, aceites de germen de trigo, etcétera.
Las propiedades comedogénicas de estos productos se desactivan con el agua, siempre que se diluya de forma adecuada y se utilicen las cantidades necesarias. El único elemento con propiedades comedogénicas que no se diluye por completo es el azufre. Es por esta razón que estos cosméticos no tienen los mismos efectos en todas las pieles; depende del producto, las cantidades de los ingredientes, los niveles de agua empleados y, por supuesto, del tipo de piel en el que se apliquen.
¿Qué significa no comedogénico?
Por otro lado nos encontramos con los productos no comedogénicos. Este tipo de productos se recomiendan para todos los tipos de pieles, pero con especial énfasis en la piel grasa o mixta. Las personas con este tipo de pieles pueden optar por los cosméticos no comedogénicos, los oil-free (libre de aceites) o una mezcla de ambos.
Pero estos productos no comedogénicos no solo se reservan para las personas con las pieles grasas o mixtas; también se aconsejan para las que atraviesan alguno de los períodos de cambios hormonales que pueden ocasionar la aparición de comedones: pubertad, adolescencia, menstruación, embarazo y menopausia. Y es que la obstrucción de los poros y aparición de espinillas y demás imperfecciones no tiene edad.
El uso de productos no comedogénicos se pueden ser útiles para muchas personas, porque están formulados de tal manera que evitan el exceso de producción de sebo y, en consecuencia, no ocasionan la obstrucción de los poros y aparición de impurezas.
Medición de la comedogenicidad
Para que un producto pueda ser catalogado como no comedogénico debe pasar estrictos controles de laboratorio que analicen los ingredientes de cada uno de ellos. Esto se debe a que existen escalas para medir el grado de comedogenicidad de los ingredientes empleados en cosmética. Los elementos que tienen asignados los niveles 5-4 son muy comedogénicos, los que se encuentran en el 3-2 son comedogénicos, mientras que los que tienen asignados los números 1 y 0 son no comedogénicos.
Estas escalas no son determinantes. El desarrollo o no de las imperfecciones depende de la fórmula final del producto y su disolución en agua, así como de las características de la piel de cada persona. Es importante recordar que todas las personas son diferentes y la reacción que se produce en una no tiene por qué ser igual en otra.