SPF
article

La hidratación y la limpieza facial son claves para el buen cuidado de la piel, pero no todas las pieles requieren de los mismos cuidados, por lo que, tanto su limpieza como su hidratación, pueden ser diferentes. Lo que a un tipo de piel le puede venir bien, para otro puede no ser la mejor solución.

Imagen-1-como-prevenir-las-enfermedades-de-la-piel_1

Cómo cuidar cada tipo de piel


Las personas presentan diferentes tipos de piel. Si bien la piel mixta suele ser la más habitual, también podemos encontrar pieles grasas, pieles normales, secas o sensibles. Cada una de ellas necesita de unos cuidados especiales, y unos productos específicos.

La piel grasa


Limpiar en profundidad la piel grasa para que el sebo no se acumule y tapone los poros es fundamental. Lo puedes hacer una vez por la mañana, y otra por la noche usando limpiadores con aclarado en forma de espuma o gel con zinc, hamamelis o sabal. También puedes emplear agua micelar o limpiadores y exfoliantes a base de carbón activo. La piel grasa también debes hidratarla de noche con una crema hidratante especial para este tipo de piel. Además, dos veces por semana debes exfoliarla con un exfoliante especial para eliminar células muertas. Si quieres maquillarte, tendrás que hacerlo con productos especiales para pieles grasas: lo ideal es que no tengan una base oleica, sino acuosa, y que proporcionen un efecto mate para evitar la aparición de brillos. También puedes utilizar polvos traslúcidos y colorete en polvo.

La piel mixta


La piel mixta es uno de los tipos de piel más habituales. Para cuidarla, hay que usar productos libres de aceites. Los más recomendados, son las emulsiones hidratantes, y los cosméticos con excipientes ligeros y que contengan agua, aceite mineral, propilenglicol y pequeñas cantidades de vaselina o lanolina.

Si tienes la piel mixta, no debes obsesionarte con la limpieza. Tan solo tendrás que limpiar, de forma suave, para retirar los restos de cremas y la suciedad que deja el ambiente. Bastará con emplear un producto limpiador ligero con activos hidratantes y desintoxicantes. También es recomendable exfoliar la piel mixta, al menos una vez a la semana.

La piel normal


La piel normal es uno de los tipos de piel más equilibrados. Es fundamental el uso diario de productos hidratantes. En dicho cuidado, la proporción de agua y grasa debe ser equilibrada. Por eso, tendrás que limpiar, tonificar e hidratar la piel tanto por la noche como por la mañana con crema hidratante.

Para la limpieza se pueden usar geles de limpieza purificante o una leche de limpieza activa. Si, además, quieres equilibrar el pH, nada mejor que un tónico hidratante descongestivo sin alcohol que contenga ácido hialurónico.

La piel seca


La piel seca es uno de los tipos de piel que se deben hidratar más. Para ello, hay que utilizar de día y de noche productos suaves como cremas, leches o aceites con propiedades hidratantes y ricas en vitaminas. También son buenas opciones las mascarillas de frutas, como el aguacate, evitando siempre el uso del jabón.

Para ayudar a prevenir la piel seca, debes utilizar por la mañana y antes de dormir una crema hidratante con ingredientes nutritivos que puedan proteger tu piel. En el caso de que tengas la piel muy, muy seca, es recomendable utilizar body milk o aceite de baño después de la ducha para preservar y prolongar el efecto hidratante en la piel. En cuanto al maquillaje, hay que usar cosméticos sin alcohol y bases fluidas, evitando los polvos.

La piel sensible


La piel sensible debe estar siempre hidratada, tanto de día como durante la noche. Los productos que se utilicen han de estar específicamente adaptados para pieles sensibles. Por tanto, no deben tener ni perfumes, ni alcohol ni conservantes. Una limpieza sin frotar y en la que, una vez a la semana, tenga cabida la exfoliación.

Para el desmaquillaje, es una buena opción el uso de agua micelar. Lo más importante es que sean productos específicos para pieles sensibles para que la piel no se irrite. Los productos formulados con peonías y almidón de arroz son muy recomendables. Para limpiar la piel, no se debe usar nunca agua caliente, sino templada para el cuerpo, y fría para la cara.

Sea cual sea el tipo de piel que tengas, en el mercado vas a poder encontrar los productos más adecuados para el cuidado de la misma. Tan solo necesitarás conocer el tipo de piel que tienes para elegir los más adecuados.

Message
Download Chrome