La clave para mantener una buena piel en nuestro rostro se encuentra en la constancia de su cuidado, estableciendo rutinas faciales con aquellos productos que se adaptan a nuestro tipo de piel.
Aunque se recomienda tener una rutina facial tanto por la mañana como por la noche, esta última resulta fundamental para permitir que la piel pueda repararse mientras dormimos, libre de cualquier suciedad y con los nutrientes necesarios para lucir perfecta. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el orden de tu rutina facial de noche a seguir resulta esencial para conseguir su máximo efecto y beneficio.