¿El sol es bueno para los granos? Descubrelo aquí
Si tienes acné probablemente te preguntes: ¿El sol es bueno para los granos? Descubre aquí cómo beneficiar y proteger el acné del sol. ¡Toma nota!
¿El sol es bueno para los granos?
El sol aporta innumerables beneficios para nuestra salud física y mental. Su acción estimula la producción de vitamina D, fundamental para la mineralización de los huesos, aumenta el número de glóbulos blancos y linfocitos en la sangre incrementando las defensas del cuerpo y contribuye a metabolizar el colesterol. Además, libera serotonina, un neurotransmisor que incide en nuestra sensación de bienestar; y nos ayuda a mejorar la calidad del sueño gracias a su función reguladora de la melatonina.
¿Es bueno el sol para los granos?
La exposición moderada al sol tiene efectos beneficiosos sobre la piel, derivados por ejemplo de la sintetización de la vitamina D, la producción de melanina o su capacidad para frenar la proliferación de bacterias. Además, puede ser un aliado para tratar afecciones como la psoriasis o los eccemas.
Sin embargo, la exposición prolongada y sin protección al sol puede llegar a ser perjudicial. La interacción de los diferentes espectros de los rayos solares con las células de la piel genera radicales libres que son los causantes del estrés oxidativo. Este consiste en un desequilibrio entre la cantidad de moléculas que recibe la piel y la capacidad del organismo para reutilizarlas como antioxidantes que produce envejecimiento cutáneo prematuro. Además aumenta la posibilidad de tener arrugas, manchas en la piel, eritemas solares, alergias solares o enfermedades más graves como el cáncer de piel (melanoma y carcinoma).
La exposición prolongada al sol tampoco es beneficiosa para los granos. Inicialmente el efecto antiinflamatorio y antibacteriano de los rayos solares, junto con la evaporación sebácea, la descamación o la coloración de la piel impulsadas por el sol, puede dar la sensación de mejora y de disminución de los síntomas del acné. El proceso de queratinización al secar la parte exterior de la piel y las bacterias responsables del acné parece mejorar la textura de nuestra dermis y la reducción de los granos. Sin embargo, a la larga las consecuencias son negativas:
--La deshidratación de la piel estimula la sequedad y como consecuencia la producción grasa de las glándulas sebáceas de la dermis. Esta es una de las causas subyacentes de los granos en el cuerpo y precisamente se conoce como efecto rebote del acné.
--Puede ocasionar manchas, marcas o hiperpigmentación en las áreas que cuentan con lesiones inflamadas, como los granitos del acné.
--Aumenta la fotosensibilidad de la piel y con ello la dermis es más sensible a los efectos nocivos de los radicales libres.
¿Cómo proteger la piel acneica del sol?
Para proteger la piel acnéica del sol, debes seguir una rutina de protección y cuidados específicos para piel acneica, que incluya:
Limitar la exposición al sol
La mejor manera de proteger la piel de los efectos nocivos del sol es limitar la exposición a los rayos UVB/UVA, especialmente durante las horas centrales del día. Usa gorros y sombreros de ala ancha para proteger la cara y regula el tiempo que pasas expuesto directamente al sol. Una exposición de treinta minutos a primera o última hora del día maximiza los beneficios, minimizando las complicaciones.
Utilizar una crema solar de protección con hidratación adecuada para el acné
Usa un fotoprotector de amplio espectro con alta protección. Es la mejor manera de garantizar una exposición segura de la piel al sol. La loción hidratande de rostro Spf50 de Ceravé de uso diario aporta protección frente a los rayos UVB/UVA con 3 ceramidas esenciales que ayudan a reparar la barrera natural de la piel, reduciendo el acné y dejando tu piel calmada e hidratada hasta 24 horas.
Sigue una rutina de hidratación de la piel para prevenir la irritación y restaurar el equilibrio natural de la piel. Evitar la sequedad producida por el sol ayudará a combatir la producción excesiva de sebo.
Continuar con la rutina de cuidados diarios
Continúa con tu rutina de cuidados diario de la piel: limpia la piel dos veces al día y exfóliala dos o tres veces por semana para desobstruir los poros eliminando el exceso de sebo y las células muertas.