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Al estar más expuestas al lavado de manos, es normal que muchas veces la piel esté reseca y se muestre tirante. En los peores casos aparecen grietas o zonas en las que la resequedad es mayor. Es por ello que debes usar siempre crema de manos hidratante en tus manos, para conservar la humedad en las capas más internas de la piel y conservar no solo la sensación de confort, sino también un aspecto joven y saludable en la piel.

Por ello, te damos algunos consejos para evitar las manos resecas lo máximo posible y cuidar una de las zonas de la piel que más sufre.

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Cómo sacar el máximo partido a la crema de manos


Si usas crema habitualmente, te damos la enhorabuena. Es la mejor manera de mantener tus manos hidratadas todo el tiempo. No obstante, siempre se necesitan algunos consejos que te ayuden a maximizar su efecto o que lo complementen. De esta forma su acción será mucho más efectiva y sentirás la máxima comodidad en tu propia piel.

Usa crema después de lavarte las manos


La higiene es un aspecto muy importante en tu día a día, especialmente en las manos. Con ellas tocamos absolutamente todo y es inevitable que todo tipo de partículas, bacterias, virus y otros microorganismos se adhieran a ellas. La suciedad debe ser siempre nuestra peor enemiga y especialmente en las manos, porque estaremos llevando todas esas partículas a nuestro rostro (cara, nariz, boca) sin darnos cuenta. Pero como sabrás, lavarse las manos hace que nuestra piel quede reseca y por ello es tan importante usar crema de manos después de cada lavado.

Elige un jabón suave que respete la barrera de tu piel


Uno de los trucos para mantener la piel de tus manos sana es elegir un jabón adecuado para estas. Recuerda que las lavas con mucha más frecuencia que el resto de tu cuerpo, así que no es necesario elegir el jabón más fuerte, sino uno delicado que te ayude a mantener la hidratación y la suavidad sin descuidar la limpieza.

Tu crema de manos hidratante siempre cerca


Especialmente cuando tienes las manos húmedas, usar la crema hidratante te ayudará a mantener esa hidratación en las capas más profundas de la piel. Con ello vas a conseguir evitar las manos agrietadas o las pequeñas arrugas que las hacen ver marchitas.

Protege tus manos del sol


Porque como sabes, la radiación solar es muy dañina para la piel. Por ello te recomendamos que apliques protección solar de manera habitual en tus manos. Así no solo las mantendrás hidratadas, sino que evitarás el envejecimiento prematuro y la aparición de manchas o lunares a causa del sol.

Evita el contacto excesivo con el agua


Esto no quiere decir que no te laves las manos con frecuencia. Pero hay momentos en los que abusamos del agua, como por ejemplo cuando fregamos, y en esos casos es recomendable usar guantes. Así estarás evitando tener las manos resecas. Por supuesto, incluso después de estos momentos es importante que te laves las manos y que las hidrates.

Exfóliate las manos


No hay nada mejor que usar un jabón exfoliante para tus manos, aunque sea una vez a la semana, y después aplicar crema de manos. Con este proceso, que no te llevará más de un minuto, conseguirás tener una piel limpia y libre de impurezas, a la par que mantendrás los tejidos hidratados y con un aspecto más luminoso.

Tus manos se hidratan por la noche


Durante el sueño, las células de todo el cuerpo (incluidas las de la piel) se regeneran y se reproducen. Cualquier producto que resulte beneficioso será mejor aprovechado durante la noche, ya que será mucho mejor absorbido. Por ello, para un resultado más eficaz te recomendamos aplicar una crema de manos muy hidratante antes de dormir, como la Crema Reparadora de Manos de CeraVe. Con ella lograrás proteger la barrera de tu piel al tiempo que las ceramidas que componen su fórmula penetran en las capas más internas. Al despertar, tus manos estarán suaves y nutridas. ¡Como recién salidas del spa!

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