Problemas de la piel diabética y complicaciones comunes

La irritación y la sequedad cutánea se encuentran entre los problemas de piel en diabéticos más comunes, y es importante tratarlos para ayudar a evitar su agravamiento. Existen varias formas de cuidar la piel seca e irritada por la diabetes.

Los problemas de la piel diabética

La diabetes se asocia a unos niveles de glucosa en sangre elevados, un factor que termina repercutiendo en la piel con el tiempo3. De hecho, muchas personas tienen problemas de la piel diabética sin tan siquiera ser conscientes de ello o, incluso, buscan sin saberlo un tratamiento que, finalmente, conduce al diagnóstico de esta afección crónica.

Aunque existen diferentes complicaciones y problemas de la piel diabética, que abarcan desde manchas y cambios en la textura hasta irritación y ampollas, la sequedad y el picor son consecuencias muy comunes para la piel de personas con diabetes3. Es importante tratarlas antes de que progresen para evitar la aparición de otras afecciones relacionadas (y, posiblemente, más graves).

¿Por qué las personas con diabetes tienen la piel seca?

La relación entre la piel seca y la diabetes podría deberse a unos niveles de glucosa en sangre elevados. Una barrera cutánea en riesgo contribuye a la sequedad; por ello, es importante usar una crema hidratante para diabéticos. Un producto con ceramidas puede contribuir a restaurar la barrera cutánea natural y, a su vez, ayudar a la piel a retener la hidratación4.

La piel seca por la diabetes también puede ser el resultado de una neuropatía, es decir, cuando los nervios de las piernas y los pies no reciben la señal para que transpiren3, lo que ayuda a mantener la hidratación. Si se tienen en cuenta estos factores, que aumentan el riesgo de sequedad y provocan las consiguientes microfisuras, irritación y posibles infecciones, es imprescindible mantener la nutrición con un limpiador hidratante suave y una crema para la piel reseca por la diabetes especialmente formulada. También es buena idea usar una loción específica para las manos y los pies, ya que estas zonas son particularmente propensas a la sequedad cutánea por la diabetes y otras complicaciones asociadas.

La irritación de la piel diabética

Aparte de ayudar a la piel a retener la humedad, la otra función principal de la barrera cutánea es mantener alejados los irritantes. Cuando la barrera cutánea está en riesgo tiene más dificultades para protegerla frente a los factores externos que provocan la irritación de la piel diabética3. Cuando esta afección crónica y el picor asociado a ella causan heridas por el impulso de rascarse, el riesgo de infección aumenta porque la piel diabética suele cicatrizar con dificultad, sobre todo en aquellas zonas con una circulación insuficiente, como los pies y la parte inferior de las piernas6. Una crema antirritación para la piel diabética puede ayudar a proporcionar un mayor alivio6.

La piel diabética irritada también puede ser consecuencia de una infección fúngica. La cándida suele tener la culpa de muchos problemas de la piel diabética, ya que provoca irritación con picor e inflamación en partes del cuerpo húmedas, como entre los dedos de los pies y de las manos, debajo del pecho, alrededor de las uñas y en las comisuras de la boca, así como en las axilas y la zona de la entrepierna. Otras micosis vinculadas a la piel diabética que generan irritación son el pie de atleta y la dermatofitosis (también denominada tiña)6,7. Por tanto, es importante acudir a un médico si sospechas que podrías tener alguna de estas infecciones.